Luna llena en Semana Santa
Denso, suave, el aire
Orea tantas callejas,
Plazuelas, cuya alma
Es la flor del naranjo.
Resuenan cerca, lejos,
Clarines masculinos
Aquí, allí la flauta
Y oboe femeninos.
Mágica por el cielo
La luna fulge, llena
Luna de parasceve.
Azahar, luna, música,
Entrelazados, bañan
La ciudad toda. Y breve
Tu mente la contiene
En sí, como una mano
Amorosa. ¿Nostalgias?
No. Lo que así recreas
Es el tiempo sin tiempo
Del niño, los instintos
Aprendiendo la vida
Dichosamente, como
La planta nueva aprende
En suelo amigo. Eco
Que, a la doble distancia,
Generoso hoy te vuelve,
En leyenda, a tu origen.
Et in Arcadia ego.
Luis Cernuda escribió este hermosísimo poema desde su exilio en México un año antes de su muerte ocurrida en 1963.
Et in Arcadia ego
Y yo en la Arcadia, esa tierra feliz, bucólica, idílica que. al igual que Camelot o Shangri-La, sólo existe en nuestros corazones.
Aunque si existen en ellos ya entiendo qué delito he cometido. Bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor porque el delito mayor del hombre es haber soñado y dormido.
Los sueños son materiales etéreos de nuestra mente que se van fraguando tiernamente para convertirlos en acero de espada que fulge al Sol.
Y un gran sueño colectivo es nuestra Semana Santa, la Semana Santa de Sevilla, aquella que Sevilla fue haciendo a lo largo de los siglos para hacer a nuestra imagen y semejanza la pasión y muerte de Jesús el Nazareno.
Once días para que los Despojos procesionen con su Cristo púdicamente desnudo de cintura para arriba; para que los nazarenos de la Estrella, Amargura, La Cena, La Paz y La Borriquita parezcan pequeñas nubes de algodón que han bajado a la tierra; y los bicolores de San Roque nos indican sin lugar a dudas si ha pasado ya el Nazareno o si debemos esperarlo; y cerrando el día el imponente negro ruán de El Amor.
Es un día de túnicas blancas en su mayoría, un día de alegría porque Jesús entra triunfal en Jerusalén, aunque esta alegría torne en penas y tristezas en la tarde del Jueves Santo: Delación, Prendimiento, Torturas y, por último, Muerte en la Cruz.
Es curioso. Hace tan sólo poco más de tres meses que nos alegramos por el nacimiento del Niño Dios y ahora lloramos su pasión y muerte. A los creyentes les queda la alegría de la Resurrección del Domingo, pero a los demás nos queda un mal regusto en la boca porque ya no habrá más Semana Santa hasta el próximo año, por lo que no vendría nada mal un algoritmo para ver en que fechas caerá la Semana Santa el año próximo u otros.
Dicho algoritmo existe y se debe a nuestro venerado Carl Friedich
Gauss.
Os transcribo el algoritmo por si es de vuestro interés, aunque creo que otros años ya os lo he enviado por Cuaresma, como hago en este 2011.
Si bien durante el Renacimiento se extrajeron tablas de cálculo para la Pascua en función del Número de oro y otras más complejas, hoy en día la fórmula más sencilla de calcular esta fecha es mediante la fórmula desarrollada por el matemático Gauss.
Definamos 5 variables, a, b, c, d, y e. Además de dos constantes M y N, que para los años comprendidos entre 1900 y 2100 tomarán los valores 24 y 5 respectivamente. Llamaremos A al año del que queremos calcular la Pascua.
a es el resto de la división o siendo ortodoxos
b es el resto de la división
c es el resto de la división
d es el resto de la división
e es el resto de la división
Si d + e < 10, entonces la Pascua caerá en el día (d + e + 22) de marzo. En caso contrario (d + e > 9), caerá en el día (d + e − 9) de abril.
Existen dos excepciones a tener en cuenta:
Si la fecha obtenida es el 26 de abril, entonces la Pascua caerá en el 19 de abril.
Si la fecha obtenida es el 25 de abril, con d = 28, e = 6 y a > 10, entonces la Pascua caerá en el 18 de abril.
Bueno, se ha puesto como otras muchas veces la informática de por medio para joder la cosa, así que os daré la página desde la que podéis ver el algoritmo sin problemas.
Esta página es:
www.huevosdepascuas.com.ar/Historia/Pascua_Cristiana/calculo_fecha_de_pascua.htmhas
Admirable, ¿verdad?. Yo diría que espectacular.
Así que alegráos. Un año más veremos la conversion de Sevilla en Jerusalén Celestial durante su Semana Mayor.
¡Aleluya! ¡Hosanna en el Cielo! ¡El Hijo de Dios ha muerto un año más por nosotros y nuestros pecados!
Mientras ésto escribp estoy oyendo el "After you'gone" del genial Charlie Parker, y me alucina el ritmo sincopado del batería y, como es lógico, el sonido del saxo de este genial negro.
Once días para el Domingo de Ramos, pero doce para el Lunes Santo, trece para el Martes y trece para el Miércoles. En dos semanas entramos de lleno en todo el cogollo: Jueves, Madrugá y Viernes Santo. Quede el Sábado para postre.
Yo le pido a Dios que nos haga buen tiempo y podamos disfrutar de esta Semana Grande.
Sevilla; al revés allí ves, y es que sólo en Sevilla puedes ver lo que hay que ver.
